domingo, 9 de mayo de 2010

Mi resumen sobre Madame Bovary (Literatura)

Trabajo Madame Bovary.

La novela fue escrita por Gustave Flaubert (1821-1880), hombre nacido en el seno de una familia científica, lo que, al orientar su carrera como escritor, le conferirá cierta singularidad. Entre sus obras se encuentran varios títulos ("Noviembre", "Fragmentos de un estilo cualquiera") aunque Madame Bovary es la más destacable.

Flaubert alcanza el éxito con Madame Bovary debido a su llamativo argumento: La historia se cierne en torno a una joven y bella dama (Emma Bovary) que, debido a su insatisfacción con la vida que lleva, se ve obligada a vivir de la fantasía. Emma encuentra la felicidad en sus infidelidades amorosas, en los gastos inapropiados y en el lujo, soñando una vida que realmente no le corresponde. Cuando se pincha la burbuja en la que vive, decide poner fin a su vida y se suicida.

Dentro de la línea temporal, Madame Bovary se sitúa en el siglo XIX, por lo que se inscribe, como novela, dentro de la tendencia de la narrativa realista europea. La característica fundamental de este siglo son sus fuertes cambios. Cambios anunciados y gestados en el pasado pero que se efectuarían, de hecho, en el siglo. Cambios en todos los ámbitos de la vida y el conocimiento. Revoluciones de todas las índoles tendrían su lugar. La ciencia y la economía se retroalimentarían, el término "científico", acuñado en 1833 por William Whewell sería parte fundamental del lenguaje de la época; la economía sufriría dos fuertes revoluciones industriales, la primera acaecida entre 1750 y 1840, y la segunda entre 1880 y 1914. En política, las nuevas ideas del anterior siglo sentarían las bases para las revoluciones burguesas, revoluciones que se explayarían por el mundo mediante el imperialismo y buscaría alianza con el movimiento obrero al que, para evitar su triunfo, le cederían el sufragio universal; en filosofía, surgirían los principios de la mayor parte de las corrientes de pensamiento contemporáneas, corrientes como el idealismo absoluto, el materialismo dialéctico, el nihilismo y el nacionalismo; el arte demoraría en iniciar el proceso de vanguardización pero quedaría cimentado en movimientos como el impresionismo.

Madame Bovary figura en la historia de las letras como una de las piezas más acabadas de la literatura francesa y como el canon de la novela realista. Antes de Madame Bovary, Balzac, Stendhal, Merimé, son precursores del llamado realismo novelesco; después, Zola, Maupassant, los Goncourt, etc. desplazan el objetivo de la novela a un experimentalismo científico, que la convierte en "documento humano". Pero es claro que el mérito de Madame Bovary no estriba solo en haber establecido las características de una escuela, sino en haber creado unos cuantos personajes “tipo” sobre un escenario común.

Los héroes de esta novela son antihéroes, seres hechos para morir sin dejar rastro a su paso, ni por su espíritu ni por sus hazañas; pues la propiedad de representar el barro humano, en toda la mezquindad de su materia, es lo que da a sus vidas un rasgo de tragedia colectiva. El ingenio de Flaubert es impecable en el registro de la vulgaridad, de la pequeña vanidad, de la impostura, de las miserables ilusiones.

La esposa de Carlos Bovary, Madame Bovary, ha pasado a ser el símbolo de la belleza sensual en posesión de ciertos principios de educación femenina, de esa cultura "de adorno" que infunde en la joven burguesa el tedio de convivir con un hombre de incurable atonía mental, médico de pueblo, tan abnegado en el amor a su esposa como incapaz de superarse en la profesión, en el gusto o en las ideas... "Los burgueses son tontos —ha escrito Flaubert—, pero la mujer, que aspira a la vida de artista, es lo más tonto de todo". Sin embargo nada hay más tonto que Carlos Bovary, inclinado a reverenciar, sin comprender, la "agitación intelectual" de su infeliz esposa.

De igual modo, el boticario, Homais, se ha hecho universal. Es el pequeño burgués, cuya razón se adorna con el manto de la ciencia. Su petulancia ideológica, trasegada de unas cuantas lecturas, de los discursos parlamentarios y los artículos de fondo de la prensa anticlerical y progresista, crean en él una superioridad locuaz, de laico mentor, en el reducido medio de Yonville, donde su botica es el faro de la educación ciudadana. Junto a éste, el cura Bournisien es el campesino cerril que desempeña su oficio con la concienzuda rutina de un zapatero remendón.

La novela se puede dividir en tres partes.

La primera corresponde a los primeros nueve capítulos, un estudio psicológico que analiza a la protagonista. En esta parte predomina la descripcción

La segunda parte, los siguientes quince capítulos, muestra la evolución de la relación amorosa que Emma mantiene con Rodolphe, quienes se fugan más tarde, y terminan fracasando en su relación. (A partir de ahora el autor se centrará en el diálogo hasta el fin de la novela)

La tercera y última parte la conforman los once capítulos restantes, donde se profundiza en la relación de Emma y León. El estudio psicológico de Emma sigue en pie hasta que el autor finaliza la novela con la destrucción de Bovary.

Tras la narración de esta historia, Flaubert escoge un estilo indirecto libre, donde el narrador revela los pensamientos más íntimos de los personajes, pues sólo así puede dar a conocer sus realidades. En la primera parte de la novela, este narrador se presenta en 1ª persona del plural y de forma omnisciente. Para completar la descripción psicológica que realiza sobre los personajes, informa de manera objetiva informando sobre los hechos, o bien como un narrador filósofo que aporta narraciones críticas en relación a los acontecimientos.

En cuanto a los personajes principales, cabe destacar:

Emma Bovary. Una joven inadaptada en su mundo, se alimenta de su imaginación y sus fantasías en torno a los lujos y a los deleites de una vida de nivel. Cuando hace frente a esta desconcordia, descubre su tragedia.

Rodolphe y León. Los amantes de Emma:

Por un lado, Rodolphe quiere aprovecharse de la situación delicada de Emma, la engatusa y consigue lo que quiere, hasta que la abandona sin más.

Por otro lado, León representa la inocencia y el amor puro que siente hacia Emma. Juntos vivirán una Luna de Miel tras fugarse, sin embargo el carácter de Emma se enfría tanto que León se cansa de aceptar sus exigencias y le da la espalda.

El farmaceútico, Homais. Representa el espíritu científico de la Francia del siglo XIX, aunque este personaje evoluciona dentro de la novela hasta transformarse en una persona soberbia y sedienta de poder.

Por último, los personajes secundarios, El doctor Conivet y Felisité Vinet, completan el cuadro de costumbres de la sociedad de la época francesa en la novela.


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